Un cielo gris anuncia la abrupta llegada de la tormenta,
llora el cielo desconsolado.
Agua dulce y pura, son aquellas lágrimas de lluvia.
Refusilos destellan en el cielo oscurecido,
iluminando las nubes grises,
asustando a cualquier rostro enmudecido;
dejando que la tristeza aumente con creces.
Truenos irrumpen con la tranquilidad
dejando a un lado la dulce melodía del silencio.
La quietud muestra perplejidad,
frente al estruendoso bullicio.
Rayos adornan aquel panorama gris y portentoso,
donde el sol murió de nuevo y el cielo se escondió.
El silencio canta y mis recuerdos escuchan curiosos.
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